Asesoramiento separación divorcio
¿Cómo procedemos?
En algunos casos, cuando una relación no está funcionando y ambos miembros de la pareja experimentan insatisfacción o infelicidad, es importante considerar la posibilidad de tomar la decisión de separarse. Aunque puede ser una de las decisiones más difíciles, a veces, el continuar en una relación que ya no aporta bienestar o crecimiento personal puede ser perjudicial para ambas personas. Nuestro objetivo es acompañar a las parejas en este proceso, proporcionándoles las herramientas y el espacio necesario para reflexionar de manera objetiva y madura. A través de la terapia, podemos ayudar a explorar las razones que han llevado a la relación a este punto, facilitar el entendimiento mutuo y, si es necesario, apoyar en la toma de decisiones de forma respetuosa y constructiva. La separación no siempre implica un fracaso, sino una oportunidad para que cada persona siga su camino hacia una vida más saludable, emocionalmente estable y satisfactoria.
Durante estas sesiones, se crea una relación terapéutica que sirve de base para aplicar una serie de intervenciones y técnicas adaptadas a las particularidades del paciente y su problemática, favoreciendo así un espacio propicio para el cambio.
Cada individuo y cada problema son únicos, por lo que la terapia se personaliza para cada caso en particular.


Por un lado, la separación es un proceso de duelo, en el que se deben afrontar diversas pérdidas: la del hogar, el tiempo compartido con los hijos, la relación de pareja, e incluso amistades que se mantenían en común. Por otro lado, se abre un futuro incierto que puede generar sentimientos ambivalentes. Es importante recordar que la decisión de separarse no siempre es tomada de manera conjunta. A menudo, uno de los miembros de la pareja es quien da el paso, mientras que el otro se enfrenta a un cambio brusco, inesperado y no deseado. En estos casos, se produce una crisis vital que desestabiliza el equilibrio previo, obligando a las personas a activar recursos emocionales y prácticos que, muchas veces, no se habían considerado antes.
Sin embargo, debido a las circunstancias emocionales y personales que atraviesan los padres durante una separación, no siempre tienen la fortaleza necesaria para manejar la situación de manera efectiva. En muchos casos, uno de los miembros de la pareja no comparte la decisión, lo que genera una sensación de incertidumbre o ambivalencia que puede llegar a los niños, confundiéndolos ante el inminente cambio.
Desde la psicología, sabemos que muchas de nuestras dificultades están vinculadas a aspectos inconscientes que no podemos controlar. Por esta razón, nuestra lógica y voluntad no siempre son suficientes para superar los problemas. Así, la terapia se enfoca en comprender la raíz de los conflictos, explorar sus orígenes y poner en práctica las herramientas necesarias para superarlos.
El trabajo de nuestros psicólogos en casos de separación
Con todo esto en mente, es fundamental contar con el apoyo de un profesional que pueda asesorar y acompañar a los miembros de la pareja a lo largo de este proceso. Existen diversas opciones de trabajo que podemos ofrecer:
Asesoramiento ante la decisión de separarse
Ayudamos a facilitar la toma de decisiones, promoviendo la comunicación entre ambos miembros de la pareja. Esto incluye la opción de intentar una terapia de pareja, o bien acompañarlos en la decisión de separarse, gestionando las emociones que inevitablemente surgen y buscando que el proceso sea lo menos conflictivo posible. En ocasiones, este trabajo se realiza tras intentar una terapia de pareja que no logra salvar la relación, pero sí permite liberar las ataduras y patrones insanos entre ambos. La terapia de pareja puede ayudar a cada miembro a encontrar su propio camino, recordando que este camino no necesariamente debe ser en conjunto.
Orientación a los padres
En muchos casos, los padres acuden al profesional buscando orientación específica sobre cómo comunicar la separación a los niños. En estos casos, nuestro trabajo consiste en proporcionar pautas adecuadas, teniendo en cuenta la realidad emocional de la pareja, su conflicto y otros factores que influirán en la mejor manera de transmitir la situación a los hijos.
En ocasiones, además de recibir orientación sobre cómo manejar la comunicación con los niños, los padres buscan que el profesional realice un seguimiento posterior. Esto incluye evaluar cómo están gestionando los niños el cambio y asegurarse de que se están adaptando de manera saludable a la nueva situación.
Terapia posterior a la separación
Como mencionamos antes, la separación es una crisis vital que obliga a enfrentarse a un futuro incierto. Aunque, en muchos casos, pueden surgir nuevos proyectos personales que atraigan, los cambios cotidianos derivados de la separación pueden desestabilizar emocionalmente y dificultar el bienestar.
En ocasiones, además de recibir orientación sobre cómo manejar la comunicación con los niños, los padres buscan que el profesional realice un seguimiento posterior. Esto incluye evaluar cómo están gestionando los niños el cambio y asegurarse de que se están adaptando de manera saludable a la nueva situación.
Es por esto que contar con un profesional que acompañe este proceso puede ser clave para ayudar a elaborar la pérdida y permitir la integración de la separación en la identidad personal. De esta manera, se facilita la creación de nuevos proyectos de vida que aporten felicidad y estabilidad emocional.
Otros problemas que tratamos
- Depresión y Ansiedad
- Miedos y Fobias
- Trastorno de Pánico con o sin Agorafobia
- Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)
- Trastorno de Personalidad
- Trastorno psicótico
- Trastorno Espectro Autista (TEA)
- Anorexia y Bulimia
- Aislamiento Social o Dificultad para Relacionarse
- Baja Autoestima y Déficit en Habilidades Sociales
- Adicciones: alcoholismo, ludopatía, drogadicción…
- Trastornos del Sueño o Insomnio
- Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)
- Mobbing y Acoso Laboral
- Agresividad
- Impulsividad y ataques de ira
- Estrés
- Duelo
- Crisis existencial
- Inestabilidad Emocional
- Trastorno bipolar
- Problemas sexuales
- Maltrato físico y/o psicológico
- Accidentes o pérdidas traumáticas
- Violencia de género
- Abuso sexual
- Adopción
- Orientación